Cuando leemos un poema, éste es captado desde nuestra propia
perspectiva, según nuestros gustos, preferencias de lectura, preparación,
sensibilidad, tradición cultural, etc. E intentamos desentrañar la perspectiva
del autor; independientemente de que pertenezca o no a la misma lengua y época
histórica.
Para analizar la estructura de un texto, debemos comprenderlo a través
de las interrogantes: qué dice y cómo lo dice, es decir, por qué el poema dice
lo que dice y por qué lo dice de determinada forma. Entonces, podemos considerar dos niveles:
1. El nivel lingüístico (principalmente en su nivel fónico-fonológico):
que incluirá su rima, métrica y ritmo.
a. La rima consiste en repetir, en dos o más versos, todos o parte de los sonidos
a partir de la sílaba acentuada de la última palabra. Si la sílaba contiene un
diptongo, sólo se tiene en cuenta la vocal abierta o fuerte:
'¿Y el llanto que al dolor los ojos niegan,
lágrimas son de hiel que el alma anegan!'
José de Espronceda, Canto a Teresa
Hay dos tipos de rima: asonante y consonante. La asonante consiste en
la repetición de los sonidos vocálicos:
Me moriré en París con aguacero (e-o) [A]
un día del cual tengo ya recuerdo (e-o) [A]
Me moriré en París -y no me corro- (o-o) [B]
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño (o-o) [B]
César Vallejo
La rima consonante, en cambio, resulta de repetir todos los sonidos
(vocálicos y consonánticos):
José Martí
b. La métrica es la cantidad de sílabas en las que se divide un verso. Es
el conjunto de regularidades formales y sistemáticas que caracterizan la
poesía. El estudio métrico comprende
tres partes fundamentales: el verso, es una línea de un poema; la estrofa, el
conjunto de versos agrupados en cantidades regulares (cuarteto, terceto); y el
poema, la composición completa.
Existen determinadas convenciones para medir y ajustar el número de
sílabas en un verso escrito en lengua española, a estas se les llama licencias:
A. Por acentos: Si el verso
termina en palabra aguda, se le cuenta una sílaba más.
Si termina por el contrario en palabra esdrújula, se le cuenta una
menos. Y si es grave, se queda igual.
B. Sinalefa, une la vocal
final de una palabra con la vocal inicial de la siguiente para hacer solo una
sílaba.
C. Hiato, rompe una sinalefa
pues no es necesario ajustar la cantidad de sílabas. También se le llama
dialefa.
D. Sinéresis, transforma un
hiato en un diptongo para disminuir el número de sílabas del verso, se crea una
sola sílaba: “león por lion”, “héroe por herue”.
E. Diéresis, aumentar el
número de sílabas cuando rompe un diptongo creando un hiato artificial y
señalándolo con dos puntos encima de la vocal más débil, que ve elevado su
timbre para posibilitar la creación del hiato y que por lo tanto se creen dos
sílabas distintas en vez de una: “Rüina por Roína”
c. El ritmo, es una de las características que determina la estructura de
la poesía, por el uso del acento y la métrica en los versos. La rima también
contribuye al efecto rítmico de la poesía. Su forma más habitual es la
distribución de los acentos en cada verso, que concretizan la métrica del
poema. Otras formas son la repetición de ciertas palabras, la alternancia de
estructuras y la rima. El ritmo puede concretarse en varias medidas, siendo las
más habituales el octosílabo o arte menor y el endecasílabo o arte mayor. En el
caso acentual, cada estrofa o poema concreta su ritmo en los acentos. Así por
ejemplo, el soneto suele encontrar su acento principal en la sexta o séptima
sílaba. Existen versos con distribuciones acentuales específicas que adquieren
nombres y propiedades propias, como el verso armónico y el verso sáfico.
2. El nivel simbólico: el
hombre, como ser pensante, se ha preocupado por la significación de todas sus
manifestaciones; entre ellas, una de las más importantes: la lengua y sus
elementos estructurales; principalmente, las palabras.
Desde los antiguos griegos, existió el interés por el problema de la
significación y la semántica, como una rama de la lingüística, estudia la
significación que tiene cada palabra y las expresiones que conforman.
Principalmente, porque la lengua coloquial se encuentra en un nivel denotativo,
mientras que la lengua en su función poética, se encuentra en un nivel
connotativo por lo que la relación entre el objeto y el nombre es por
evocación, además del contexto en que se utilizan ciertas palabras con base en
las necesidades de expresión.
a. Palabras clave-Tema: Siempre hay palabras que semánticamente nos remiten al tema del poema. Por medio de estas, determinamos su relación (palabras clave-tema) por medio de su sinonimia o antonimia.
b. Mensaje: Cada poema tiene un mensaje oculto, por su función poética comunicativa y por su connotación, por medio de ellas conocemos su mensaje o moraleja, la cual podemos resumir al determinar las emociones, sentimientos o ideas (postura ideológica) que presenta el poeta.
**Con base en las ideas de
De La Torre Zermeño, Francisco J. y Silvia
Dufóo Maciel. (1994) Literatura universal. México: Mc GRAW-Hill.