La Real Academia Española se fundó en 1713 por iniciativa de
Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena. Felipe V aprobó su
constitución el 3 de octubre de 1714 y la colocó bajo su «amparo y Real
Protección».
Su propósito fue el
de «fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad,
elegancia y pureza». Se representó tal finalidad con un emblema formado por un
crisol en el fuego con la leyenda Limpia, fija y da esplendor, obediente al
propósito enunciado de combatir cuanto alterara la elegancia y pureza del
idioma, y de fijarlo en el estado de plenitud alcanzado en el siglo XVI.
La institución ha
ido adaptando sus funciones a los tiempos que le ha tocado vivir. Actualmente,
y según lo establecido por el artículo primero de sus Estatutos, la Academia
«tiene como misión principal velar porque los cambios que experimente la Lengua
Española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no
quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico».
La Academia funciona
en Pleno y en Comisiones que se reúnen periódicamente.
El Pleno, integrado
por todos los académicos, se reúne, durante el curso académico, los jueves por
la tarde. Tras aprobar las actas de la sesión anterior y debatir asuntos
generales, si los hubiere, los asistentes presentan enmiendas y adiciones al
Diccionario. Después, se examinan las propuestas formuladas por las diversas
Comisiones. Las resoluciones, en el caso de que se produzca disparidad de
criterio, se adoptan mediante votación.
Las Comisiones
tienen la misión de elaborar las propuestas que posteriormente examinará el
Pleno para decidir sobre su aprobación.
Al servicio de los
trabajos que la Academia desarrolla en Pleno o en Comisiones, funciona el
Instituto de Lexicografía, integrado por los filólogos y lexicógrafos que
realizan las tareas de apoyo para la elaboración de los diccionarios
académicos.
En estas sesiones de clase estamos revisando algunas normas
recientes, emanadas por los estudios que se hacen del uso que hacemos los
hablantes. Sin embargo, a algunos les parecerá intrascendente que se realicen
cambios, pero es importante que las normas se adapten al uso que hacemos,
siempre manteniendo un idioma estándar para que podamos seguir comunicándonos
de forma clara y concisa.
En este enlace podemos saber más de la misión y visión de la
RAE
En estos enlaces pueden encontrar algunos cambios que se han adoptado: