martes, 4 de diciembre de 2012

Del discurso histórico y discurso literario: José Milla

Antes del siglo diecinueve, la relación entre la escritura histórica y la escritura literaria no era problemática. Desde Aristóteles, se pensaba que la historia como los textos literarios eran artes retóricas. La escritura histórica era acerca del mundo real mientras que la “poesía” era acerca de lo posible.
Durante la misma época, el concepto de historia fue reformulado, la conciencia histórica fue por primera vez teorizada, y el moderno método científico de investigación histórica fue inaugurado. La historia ya no era el pasado o los relatos sobre el pasado, sino que se la identificó como un proceso, una dimensión de la existencia humana, y una fuerza para ser controlada o ante la cual sucumbir.
Igualmente, lo que anteriormente había sido considerado literario fue somentido a reconceptualización. Ahora la escritura literaria – tal como era practicada por Balzac y Flaubert, Dickens y Scott, Manzoni, etc., fue disociada de la tarea de reunir las dimensiones inconscientes o latentes de la realidad humana. La literatura se volvió lo otro de la historia en un doble sentido: pretendió haber descubierto una dimensión de la realidad que los historiadores nunca reconocerían y desarrolló técnicas de escritura que socavaron la autoridad del realista o favorecido por la historia.
En Centroamérica se escribieron tratados de historia de acuerdo al gobernante de turno, casos como José Milla quien desempeñándose en la vida política y administrativa de la República, simpatizó con la ideología conservadora de Rafael Carrera, logrando el cargo de Secretario General del Gobierno, y luego desarrollando una carrera diplomática. Con la llegada al poder de la Revolución Liberal (1872), se tuvo que exiliar durante tres años, pues Justo Rufino Barrios le encomendó la redacción de un ambicioso proyecto historio-gráfico: La Historia de Centroamérica. Pero sólo logró la primera parte que contiene la Historia de la América Central, desde el descubrimiento del país por los españoles (1502) hasta su Independencia de la España (1821)[Establecimiento Tipográfico de El Progreso (1879)Guatemala]. Su rigurosa investigación le permitió reunir suficiente material que le sirvieron para alimentar su producción literaria. La Hija del Adelantado, Los Nazarenos, El Visitador; son algunos ejemplos en los cuales articula los vacíos de las crónicas coloniales mediante actos de escritura realizados por sus personajes. Al relacionar el subtexto histórico, el texto literario y los actos de escritura de los personajes; el autor provee una base verosímil para sus novelas. Esta relación sitúa a la historia como dependiente de la literatura convirtiendo sus textos en constructores de una tradición cultural y literaria.
Apreciamos entonces como José Milla se basa en la investigación de la Tradición Historiográfica Liberal, de la Historia política anecdotaria y de  la  Historia  como instrumento de  adhesión política, restándole  así su amplio potencial explicativo al convertirla en Literatura.
 La historia es la contraparte de la literatura en la medida en que es entendida como identificable versus la ficción. Porque la historia desea hacer afirmaciones verdaderas acerca del mundo real, no sobre un mundo imaginario o ilusorio. En segundo lugar, la historia es el otro de la literatura en la medida en que la literatura es entendida como identificable con la figuración, el lenguaje figurativo, y la metáfora, en lugar del habla literal.
Debe decirse, sin embargo, que, en general, la literatura – en el período moderno – ha considerado a la historia no tanto como su otro, sino más bien como su complemento en la tarea de identificar y mapear un objeto de interés compartido, un mundo real que se presenta a sí mismo para la reflexión bajo tantos aspectos diferentes que todos los recursos del lenguaje – retóricos, poéticos, y simbólicos – deben ser utilizados para hacerle justicia.
Actualmente, ha cambiado la concepción que el asunto primario de la escritura literaria sea el tejido de relatos acerca de mundos imaginarios para el entretenimiento de gente que buscaba alivio de la realidad. Los grandes modernistas (desde Flaubert, Baudelaire, Dickens y Shelley pasando por Proust, Joyce y Woolf) estaban interesados por representar un mundo real en lugar de uno ficcional casi tanto como cualquier historiador moderno. Pero a diferencia de sus contrapartes historiadores ellos se dieron cuenta que el lenguaje mismo es una parte del mundo real y debe ser incluido entre los elementos de ese mundo en lugar de ser tratado como un instrumento transparente para representarlo.
Para la historiografía antigua, el documento histórico debía ser leído por lo que ofrecía en la forma de información fáctica respecto del mundo del cual hablaba. El paradigma del documento histórico era la consideración del testigo ocular de un conjunto de acontecimientos que, cuando eran correlacionadas con otras consideraciones y otras clases de documentos relacionados con estos acontecimientos, permitían una caracterización de “qué sucedió” en algún dominio finito de ocurrencias pasadas.
Los historiadores dividen proponen  tres grandes períodos siendo éstos: a. Período de los Historiadores Cronistas (1619-1825); b. Período de los Historiadores Oficiales (1836-1949) y; c. Período de los historiadores profesionales (de 1970 en adelante).
Para  el primer  período, Jorge  Luján Muñoz  propone  un recuento de  la  Historia conocida  sobre  el Reino de  Guatemala con los trabajos de  Antonio de  Remesal, Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, Francisco Ximénez, Francisco Vázquez, la Isagoge Histórica y Apologética y la obra de Domingo Juarros.
Para el segundo período, se encuentran la  mayoría  de autores laicos en vez  de  clérigos, aficionados más que  eruditos,quienes  entre quienes sobresalen: José Cecilio del Valle con su Prospecto para la Historia de Guatemala (1825), Manuel Montúfar y Coronado, un conservador en el exilio quien publica las Memorias de  Jalapa (1832), Francisco de Paula García Peláez (1851) y Alejandro Marure en 1837. Hay que señalar la importancia que tiene el interés de Mariano Gálvez en apoyar a Alejandro Marure para que escriba un texto de Historia que contravenga lo vertido por Montúfar  y Coronado, acción que se constituye en el primer intento de establecer un discurso histórico oficial desde las élites gobernantes –apoyadas en el trabajo de intelectuales subalternos- de la Historia de Centroamérica en general, y de Guatemala. En este mismo grupo se incluye a José Milla y a Agustín Gómez Carrillo.
El siglo XX se conocerá como la  profesionalización de  la  Historia  como discurso crítico y esclarecedor  de  la realidad nacional. Retomando el período liberal, se  pretende  impulsar  otra  obra  de  Historia  desde la  visión gubernamental. Para llevar  a  cabo dicho cometido, Lorenzo Montufar escribe la Reseña Histórica de Centroamérica. Otros trabajos que se mencionan son los de Ramón Salazar, Francisco Lainfiesta, Antonio Batres Jauregui, José Antonio Villacorta, José Mata Gavidia, David Vela y Carlos Martínez Durán. Con Severo Martínez Pelaez surge  finalmente  una  historiografía guatemalteca más seria y de plenas ambiciones científicas.
La operación involucrada en este proceso de determinar que pasó en alguna parte del pasado presupone que el objeto de estudio permanece virtualmente perceptible por medio del registro documental (que atestigua tanto su existencia como su naturaleza o sustancia). El objetivo era extraer un número de hechos de la lectura del registro documental que pudiera ser medido o correlacionado con hechos extraídos de otros registros.
Esto significaba leer cualquier texto que pudiera contener en la forma de habla figurativa, contradicción lógica, o alegorización. Nada de esto sería admitido como testimonio en una corte judicial y consecuentemente no se permitía que permanezcan, por así decirlo, no traducidos a los equivalentes literales en la lectura de un documento histórico. Por ejemplo, los manuscritos indígenas como el Memorial de Tecpán Atitlan o el Título de los Señores de Totonicapán no cumplieron su cometido para el cual fueron creados.




viernes, 30 de noviembre de 2012

PROGRAMA DE LITERATURA CENTROAMERICANA

         Universidad de San Carlos de Guatemala
             
Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media –EFPEM─
               
Programa del curso: LT13.33.03 Literatura Centroamericana
         Catedrático: M. A. Eduardo González Gusmán
profeduardogonzalez@gmail.com   
http://profegonzalez.blogspot.com/
Escuela de Vacaciones, diciembre  2012
Horas valorativas: 40


I DESCRIPTOR 
Esta asignatura busca destacar el estudio de la producción literaria centroamericana contemporánea, y el influjo socio-cultural que han tenido las diversas épocas (prehispánica, conquista, colonia, independentista). La forma de abordar la literatura centroamericana es propiciando el  diálogo e intercambio intelectual, el debate, la discusión, la apreciación y el disfrute estético desde las raíces indígenas hasta nuestros días a través de los estudios respectivos.
El curso tiene como fin desarrollar la competencia de sistematizar el conocimiento personal y social con relación a una situación lingüística dentro de la cultura centroamericana.  Mediante el análisis de textos literarios, se irán develando los puntos vinculantes a una temática general y particular de los mismos, que permitan tener las nociones fundamentales para tener un panorama general de la producción literaria centroamericana.

II COMPETENCIAS
1.       Desarrolla estrategias de comprensión lectora de diferentes tipos de textos literarios (ya de la tradición oral, ya de autores o autoras de la región centroamericana); así como obras líricas y obras dramáticas.
2.       Lee con sentido crítico identificando ideas y datos importantes que le  permitan ampliar y profundizar sus conocimientos acerca de los rasgos característicos de la literatura centroamericana actual.

III CONTENIDOS:
1.    Literatura precolombina
1.1.  Fundamentos teóricos como base de la literatura contemporánea actual.
1.2.  Análisis de discurso literario, discurso histórico: encuentros y desencuentros.
1.3.  El estado de la crítica y la historiografía centroamericana. Estudios culturales centroamericanos.
1.4.  Lengua y cultura: La lengua oral y la escrita en la literatura.
2.    Literatura: entre lo local, lo regional y lo global. Clasificación y estructura de los textos.
2.1.  La dramaturgia centroamericana rasgos y tendencias.
2.2.  El ensayo: un lugar en la historia literaria y cultural centroamericana
2.3.  La literatura como espacio de re significación de los grupos subalternos.
2.4.  La poesía como reflejo de los procesos sociales centroamericanos.
3.      Heterogeneidades y mestizajes literarios en la literatura  centroamericana
3.1.  Nuevas literaturas indígenas.
3.2.  Literaturas femeninas y literatura con enfoque de género.
3.3.  Nuevas literaturas indígenas.
3.4.  Literatura de los migrantes.

IV EVIDENCIAS DE APRENDIZAJE
Las actividades se configuran de un modo de evaluación permanente. La evaluación final será individual y formal. Se realizarán pruebas diagnósticas y se tomarán en cuenta aspectos como investigaciones y actividades ex aula, participación en la clase y en los trabajos grupales.
No se aceptan tareas tardías ni se reponen ejercicios de evaluación. Si un alumno no está presente para alguna actividad no recibirá calificación.
• Explicaciones y ejercicios de cada tema se pueden consultar en: http://profegonzalez.blogspot.com/  
• Exámenes: Se realizarán dos, el primero (parcial) hacia la mitad del curso basado en los contenidos vistos en clase y el segundo al final del mismo, que abarcará la materia trabajada en el curso aplicada a la novela de Vanessa Núñez Handal. Los locos mueren de viejos.
• Se adoptará un sistema de evaluación acorde con las tendencias actuales de la formación profesional de los estudiantes, en donde se propugne por una evaluación no sólo cuantitativa sino también cualitativa o formativa.
Requisitos para obtener la nota final aprobada:
Haberse asignado y asistido por lo menos a un 80% (ochenta por ciento) del curso. Zona: 70% y  Examen Final: 30%, con 31 puntos mínimo, y 61 de nota final.

V METODOLOGÍA DE ENSEÑANZA
Para el desarrollo de los contenidos se mantendrá la participación activa de los estudiantes a través de ejercicios de aplicación, discusión de crítica y teoría sobre los contenidos programáticos. Habrá lecturas dirigidas, exposiciones en el aula y fuera de esta; en forma individual y en grupo. Se hará una combinación entre las exposiciones teóricas y la participación permanente de los estudiantes mediante exposiciones. Se incluirá la participación en actividades académicas dentro de la Universidad o fuera de ella, siempre que se vinculen con los contenidos de la asignatura. Con todo esto se persigue la generación del conocimiento y la autoformación de los alumnos. Por lo tanto, el estudiante tendrá con anticipación los materiales bibliográficos, así como la libertad de sugerir otros materiales de apoyo.  En la práctica se procederá a trabajar en equipo sobre temas específicos.
 Se buscará el intercambio de experiencias entre escritores, críticos, académicos y especialistas de Centroamérica y de otros países.

VI LECTURAS OBLIGATORIAS
1. La literatura indígena centroamericana ayer y hoy, Magda Zavala
2. Literatura centroamericana y marginalidad literaria, Manlio Argueta
3. Cursos y recursos de la literatura centroamericana, Dante Liano
4. Fábulas de Rafael García Goyena Y José Antonio de Irrisarri
5. Cuentos de Luis Salvador Efraín Salazar Arrué «Salarrué» y otros
6. Poesía centroamericana (varios)
7. Hol Box (Puerta negra) Mauricio E. López (Teatro)
8. Li Mi’n, una niña de Chimel, Rigoberta Menchú y Dante Liano.
9. Núñez Handal, Vanessa. Los locos mueren de viejos. Guatemala: F&G Editores, 2008,

VII BIBLIOGRAFÍA MÍNIMA
1.      Acevedo, Ramón Luis, 1982: La novela centroamericana. Desde el Popol-Vuh hasta los umbrales de la novela actual. Río Piedras: Editorial Universitaria.
2.      Acevedo, Ramón Luis, 1988: Landívar, Arévalo Martínez y los alemanes: tres asedios a la literatura guatemalteca. Guatemala: Editorial Universitaria.
3.      Acevedo, Ramón Luis, 1991: Los senderos del volcán. Narrativa centroamericana contemporánea. Guatemala: Editorial Universitaria Universidad de San Carlos de Guatemala.
4.      Aguilar Umaña, Isabel, 1998: Jornadas literarias Arévalo-Asturias. Guatemala: Editorial Cultura.
5.      Aguirre, Erick, 1998: Juez y parte. Sobre literatura y escritores nicaragüenses contemporáneos. Managua: Instituto Nicaragüense de Cultura.
6.      Cabrera Valverde, Jorge M. (2008) Aspectos historiográfico-literarios de la Historia de la Literatura de la América Central de Leonardo Montalbán. Algunas propuestas de modernización. En Diálogos Revista Electrónica de Historia. Número especial Dirección web: http://historia.fcs.ucr.ac.cr/dialogos.htm
7.      Cuadra, Pablo Antonio. Aventura literaria del mestizaje y otros ensayos. San José: Libro Libre, 1988.
8.      Dante Liano (2011) Cursos y recursos de la literatura centroamericana. En Istmo revista virtual  de estudios literarios y culturales centroamericanos. No. 23, julio-diciembre.
9.      Hacia una historia de las literaturas centroamericanas (2008) Tomo 1, editado por Werner Mackenbach. F&G Editores.
10.  Mendez, Francisco Alejandro (2006) Hacia un nuevo canon de la vanguardia en América Central. Editorial Cultura Guatemala.
11.  Zavala, Magda (1998) La  literatura  indígena  centroamericana ayer  y  hoy. En Kipus revista andina de letras. No. 9, Ecuador/Corporación Editora Nacional Kipus.
Sitios Web:

jueves, 22 de noviembre de 2012

NOTAS FINALES SEGUNDO SEMESTRE 2012

PUEDEN CONSULTAR SUS NOTAS FINALES
PLAN SÁBADO EN ESTE ENLACE
http://db.tt/aiGOW6tb
INFORMÁTICA PLAN DIARIO, EN ESTE 
http://db.tt/NQDyLGx7

y para que recuerden y revisen la temática de madre coraje les dejo este video:




domingo, 4 de noviembre de 2012

EXAMEN FINAL: MADRE CORAJE Y SUS HIJOS DE BERTOLT BRECHT


La acción se desarrolla en Suecia, Polonia y Alemania, entre 1624 y 1636.
La cantinera Anna Fierling, conocida también como Madre Coraje, camina con sus dos hijos y su hija a través de Polonia acompañando al ejército sueco, y luego al lado de los católicos a través de Alemania. Intenta hacer de la guerra un negocio. En esas circunstancias pierde a sus hijos: a uno de ellos lo matan los católicos; el otro es fusilado por los protestantes al ser sorprendido dedicándose al pillaje durante una tregua de la batalla; su hija Kattrin, que es muda, es asesinada cuando advierte a la ciudad protestante de Halle de un asalto por sorpresa de los católicos. A pesar de estas tragedias, que no dejan de conmoverla profundamente, el único objetivo importante para Madre Coraje es mantener su negocio. Sobre el fondo de importantes acontecimientos históricos, ella expone su idea materialista-realista de la guerra. Al final, Madre Coraje, vieja, mísera y sin haber aprendido nada, sigue tirando de su carro.
La obra comprende doce escenas en prosa (con gran influencia dialectal) y nueve song (canciones), cuya música compuso Dessau. Colaboradora de Brecht fue Margarete Steffin.
El texto fue redactado entre 1938 y 1939.
Se estrenó el 19 de abril de 1941 en Zurich, bajo la dirección de Leopoldo Lindtberg.
Las fuentes de las ideas de Brecht son: en filosofía, la dialéctica de Hegel, y en la disposición artística, Karl Valentin y quizá Charles Chaplin. En su obra han dejado también huellas profundas, entre otros, la filosofía oriental, Büchner, Wedekind, los clásicos alemanes Schiller y Goethe, y la filosofía kantiana. Sin embargo, lo decisivo es el influjo marxista. El estudio de Marx con los profesores Karl Korsch y Fritz Sternberg tuvo una influencia preponderante en el pensamiento de Brecht. Brecht rechaza toda filosofía especulativa, disuelve la teología en una antropología materialista. De Marx aprendió la crítica de la religión. En esto no se le puede considerar como un autor original (1).

1 La guerra de los Treinta Años se desarrolló en Europa entre 1618 y 1648. En ella se enfrentaron las potencias protestantes —príncipes luteranos alemanes, Suecia Inglaterra Dinamarca y Holanda— y más tarde Francia, contra las fuerzas católicas representadas por el Imperio germánico y por España. En esta guerra se mezclaron intereses políticos —como la oposición entre Francia, por un lado, y España y el Imperio, por el otro— y motivos religiosos; en Alemania predominó el aspecto religioso. La guerra tuvo numerosas fases en los diversos países europeos. Para comprender la obra de Brecht basta recordar que el ejército sueco, al mando del rey Gustavo Adolfo invadió Polonia y Alemania en apoyo de los príncipes rebeldes contra el Emperador, aunque por fin fue derrotado por los imperiales. En una fase posterior, la guerra acabará con un resultado más favorable a Francia y a los protestantes. La paz de Westfalia señaló el fin de la guerra.

El examen está programado para el día viernes (plan diario) 9 de noviembre y sábado 10 de noviembre del 2012. Analizaremos esta obra a partir de los 13 signos del teatro y su forma dramática como mensaje comunicativo. 

jueves, 20 de septiembre de 2012

CUENTO 2


La gran zanahoria
Gianni Rodari
Esta es la historia de la zanahoria más grande del mundo. Ya se ha contado de muy distintas maneras, pero para mí las cosas sucedieron así.
Una vez un hortelano plantó zanahorias. Las cultivó como es debido, hizo todo lo que había que hacer y, en la estación adecuada, fue al huerto y empezó a sacar las zanahorias de la tierra. En un determinado momento encontró una zanahoria más gruesa que las otras. Tiraba y tiraba y no salía. Probó de cien maneras, pero nada... Por último tomó una decisión y llamó a su mujer.
—¡Giuseppina!
—¿Qué quieres, Oreste?
—Ven un momento, hay una maldita zanahoria que no quiere salir de la tierra. Lo ves, mira...
—Parece gorda de verdad.
—Vamos a hacer una cosa: yo tiro de la planta de la zanahoria y tú me ayudas tirando de mi chaqueta. Agarrados, vamos... ¿Preparados? ¡Tira! Venga, al tiempo...
—Será mejor que te tire de un brazo porque la chaqueta se desgarra.
—Tira del brazo. ¡Fuerte! ¡Nada! Llama también al chico... ¡Me he quedado sin aliento!
—¡Romeo! ¡Romeo! —llamó la mujer del hortelano.
—¿Qué quieres, mamá?
—Ven un momento. Corre...
—Tengo que hacer las tareas.
—Ya las harás después, ahora ayuda. Hay una zanahoria que no quiere salir. Yo tiro de este brazo de papá, tú tiras del otro, papá tira de la zanahoria y vamos a ver qué pasa...
El hortelano se escupió en las manos.
—¿Estáis listos? ¡Animo, adelante! ¡Tirad! ¡Vamos, sube, sube! Nada, no viene.
—Esta debe ser la zanahoria más grande del mundo —dijo la Giuseppina.
—¿Llamo también al abuelo?
—Anda, llámalo... —dijo el hortelano—. Yo ya estoy sin aliento.
—¡Abuelo! ¡Abuelo! Ven un momento. ¡Y date prisa!
—Me doy prisa, me doy prisa... a mi manera... a tu edad también yo corría, pero ahora... ¿Qué pasa?
Antes de ponerse al trabajo el abuelo ya jadeaba de fatiga.
—Es la zanahoria más gorda del mundo —le dijo Romeo—, no conseguimos sacarla entre tres. ¿Nos echas una mano?
—Os echo incluso dos... ¿Cómo hacemos?
—Vamos a hacer así —dijo Romeo—. Usted me toma de un brazo y tira, yo tiro de un brazo de mi padre, mi madre tira del otro, papá tira de la zanahoria y si ahora no sale...
—De acuerdo —dijo el abuelo—. Esperad un momento.
—Pero ¿qué hace?
—Apoyo la pipa en esta piedra. Ya está. No se pueden hacer dos cosas a la vez. O fumar o trabajar, ¿correcto?
—Sujetarse, entonces —dijo el hortelano—. ¿Estáis todos agarrados? ¿Preparados? ¡Vamos! ¡Tira! ¡Sube! ¡Tirad!
—¡Vamos, sube! ¡Vamos, sube! ¡Vamos, sube!
—Ay... ¡socorro!
—¿Qué le ha pasado, abuelo?
—¿Pues no ves que me he caído al suelo? Me he resbalado, eso es. Y además me he sentado sobre la pipa...
El pobre viejecito se había quemado la parte trasera de los pantalones.
—Así no conseguimos nada —concluyó el hortelano—. Romeo, da un salto a casa del vecino Andrea, pídele que venga a echarnos una mano.
Romeo reflexionó. Luego dijo:
—¿Le digo que traiga también a su mujer y a su hijo?
—Pues sí, díselo —le respondió el padre—. Qué barbaridad de zanahoria... es como para sacarlo en los periódicos...
—¿Llamamos a la televisión? —propuso la Giuseppina. Pero su proposición cayó en el vacío.
—Sí, la televisión —gruñó el hortelano—, primero hay que llamar a gente para que tire...
Para abreviar, vino el vecino Andrea, vino su mujer y vino también su hijo, que tenía cinco años y no podía tener mucha fuerza en los brazos...
Mientras tanto se corrió la voz por el pueblo y, mucha gente, charlando y riendo, había tomado el camino de aquel huerto.
—Pero qué va a ser una zanahoria —decía uno—, allí debajo debe de haber una ballena.
—¡Pero las ballenas están en el mar!
—No todas; yo vi una en la feria.
—Y yo he visto una en un libro.
Los curiosos se exhortaban unos a otros:
—Agárrate tú también, Gerolamo, que eres fuerte.
—A mí las zanahorias no me gustan: prefiero las papas.
—Y yo los buñuelos de viento.
Charlando y charlando, tirando y tirando, el sol ya estaba a punto  de ponerse...
PRIMER FINAL
La zanahoria no sale.
Todo el pueblo se agarra para tirar: nada.
Llega gente de pueblos lejanos: y seguimos en las mismas.
Por fin se descubre que la zanahoria gigante atraviesa todo el globo terráqueo y que en el otro lado hay otro hortelano, otra muchedumbre que tira; en resumen, es un tirón muy fuerte que no terminará nunca.
                          
SEGUNDO FINAL
Tirando, tirando, sale algo, pero no es una zanahoria: es una calabaza. Dentro de la calabaza hay siete enanos zapateros, sentados en círculo martilleando suelas.
—¿Qué maneras son éstas? —protestan los enanos—. No tenéis derecho a robarnos casa y tienda. Volved a enterrarnos.
La gente se asusta y escapa.
Huyen todos menos el abuelo. El abuelo dice a los enanos:
—¿Tenéis un fósforo? Se me ha apagado la pipa.
El abuelo y los enanos se hacen amigos.
—Casi, casi —dice él—, me voy yo también a vivir en vuestra calabaza. ¿Tenéis un poco de sitio?
Romeo grita desde lejos:
—Si se va usted también quiero ir yo.
La Giuseppina grita:
—Romeo, si vas tú yo también voy.
El hortelano grita:
—Giuseppina, si tú vas yo también.
Los enanos se enfadan y ellos y su calabaza vuelven a hundirse en la tierra.

TERCER FINAL
Tirando tirando... la unión hace la fuerza: la zanahoria va saliendo, un centímetro de cada vez. Es tan grande que se necesitan veintisiete camiones y un triciclo para llevarla al mercado.
No hay empresas imposibles cuando los hombres trabajan juntos, en amor y compañía.


Tomado de Rodari, G. (1992) Cuentos para jugar. Editorial Santillana. Colombia

lunes, 10 de septiembre de 2012

CUENTO No. 1




GIANNI RODARI
Cuentos para jugar
Título original: Tante Storie Per Giocare


Instrucciones para el uso
Estas historias se publican con la amable autorización de la RAI (Radio-Televisión Italiana). De hecho, fueron escritas para un programa radiofónico que se titulaba precisamente Cuentos para jugar, que fue emitido en los años 1969-70.
Estos mismos cuentos aparecieron después en el Corriere dei piccoli.
Cada cuento tiene tres finales, a escoger.
En las últimas páginas el autor ha indicado cuál es el final que él prefiere.
El lector lee, mira, piensa y si no encuentra un final a su gusto puede inventarlo, escribirlo o dibujarlo por sí mismo. ¡Que os divirtáis!
El tamborilero mágico
Erase una vez un tamborilero que volvía de la guerra. Era pobre, sólo tenía el tambor, pero a pesar de ello estaba contento porque volvía a casa después de tantos años. Se le oía tocar desde lejos: barabán, barabán, barabán...
Andando y andando encontró a una viejecita.
—Buen soldadito, ¿me das una moneda?
—Abuelita, si tuviese, te daría dos, incluso una docena. Pero no tengo.
—¿Estás seguro?
—He rebuscado en los bolsillos durante toda la mañana y no he encontrado nada.
—Mira otra vez, mira bien.
—¿En los bolsillos? Miraré para darte gusto. Pero estoy seguro de que... ¡Vaya! ¿Qué es esto?
—Una moneda. ¿Has visto cómo tenías?
—Te juro que no lo sabía. ¡Qué maravilla! Toma, te la doy de buena gana porque debes necesitarla más que yo.
—Gracias, soldadito —dijo la viejecita—, y yo te daré algo a cambio.
—¿En serio? Pero no quiero nada.
—Sí, quiero darte un pequeño encantamiento. Será éste: siempre que tu tambor redoble todos tendrán que bailar.
—Gracias, abuelita. Es un encantamiento verdaderamente maravilloso.
—Espera, no he terminado: todos bailarán y no podrán pararse si tu no dejas de tocar.
—¡Magnífico! Aún no sé lo que haré con este encantamiento pero me parece qué me será útil.
—Te será utilísimo.
—Adiós, soldadito.
—Adiós, abuelita.
Y el soldadito reemprendió el camino para regresar a casa. Andando y andando... De repente salieron tres bandidos del bosque.
—¡La bolsa o la vida!
—¡Por amor de Dios! ¡Adelante! Tomen la bolsa. ¡Pero les advierto que está vacía!
—¡Manos arriba o eres hombre muerto!
—Obedezco, obedezco, señores bandidos.
—¿Dónde tienes el dinero?
—Lo que es por mí, lo tendría hasta en el sombrero.
Los bandidos miran en el sombrero: no hay nada.
—Por mí lo tendría hasta en la oreja.
Miran en la oreja: nada de nada.
—Os digo que lo tendría incluso en la punta de la nariz, si tuviera.
Los bandidos miran, buscan, hurgan. Naturalmente no encuentran ni siquiera una moneda.
—Eres un desarrapado —dice el jefe de los bandidos—. Paciencia. Nos llevaremos el tambor para tocar un poco.
—Tomadlo —suspira el soldadito—; siento separarme de él porque me ha hecho compañía durante muchos años. Pero si realmente lo queréis...
—Lo queremos.
—¿Me dejaréis tocar un poquito antes de llevároslo? Así os enseño cómo se hace ¿eh?
—Pues claro, toca un poco.
—Eso, eso —dijo el tamborilero—, yo toco y vosotros (barabán, barabán, barabán) ¡y vosotros bailáis!
Y había que verlos bailar a esos tres tipejos. Parecían tres osos de feria.

Al principio se divertían, reían y bromeaban.
—¡Animo, tamborilero! ¡Dale al vals!
—¡Ahora la polka, tamborilero!
—¡Adelante con la mazurka!
Al cabo de un rato empiezan a resoplar. Intentan pararse y no lo consiguen. Están cansados, sofocados, les da vueltas la cabeza, pero el encantamiento del tambor les obliga a bailar, bailar, bailar...
—¡Socorro!
—¡Bailad!
—¡Piedad!
—¡Bailad!
—¡Misericordia!
—¡Bailad, bailad!
—¡Basta, basta!
—¿Puedo quedarme el tambor?
—Quédatelo... No queremos saber nada de brujerías...
—¿Me dejaréis en paz?
—Todo lo que quieras, basta con que dejes de tocar.
Pero el tamborilero, prudentemente, sólo paró cuando los vio derrumbarse en el suelo sin fuerzas y sin aliento.
—¡Eso es, así no podréis perseguirme!
Y él, a escape. De vez en cuando, por precaución, daba algún golpecillo al tambor. Y enseguida se ponían a bailar las liebres en sus madrigueras, las ardillas sobre las ramas, las lechuzas en los nidos, obligadas a despertarse en pleno día...
Y siempre adelante, el buen tamborilero caminaba y corría, para llegar a su casa...
PRIMER FINAL
Andando y andando el tamborilero empieza a pensar: «Este hechizo hará mi fortuna. En el fondo he sido estúpido con aquellos bandidos. Podía haber hecho que me entregaran su dinero. Casi casi, vuelvo a buscarlos...»
Y ya daba la vuelta para volver sobre sus pasos cuando vio aparecer una diligencia al final del sendero.
—He ahí algo que me viene bien.
Los caballos, al trotar, hacían tintinear los cascabeles. El cochero, en el pescante, silbaba alegremente una canción. Junto a él iba sentado un policía armado.
—Salud, tamborilero, ¿quieres subir?
—No, estoy bien aquí.
—Entonces apártate del camino porque tenemos que pasar.
—Un momento. Echad primero un bailecito.
Barabán, barabán... El tambor empieza a redoblar. Los caballos se ponen a bailar. El cochero se tira de un salto y se lanza a menear las piernas. Baila el policía, dejando caer el fusil. Bailan los pasajeros.
Hay que aclarar que aquella diligencia transportaba el oro de un banco. Tres cajas repletas de oro. Serían unos trescientos kilos. El tamborilero, mientras seguía tocando el tambor con una mano, con la otra hace caer las cajas en el sendero y las empuja tras un arbusto con los pies.
—¡Bailad! ¡Bailad!
—¡Basta ya! ¡No podemos más!
—Entonces marchaos a toda velocidad, y sin mirar hacia atrás...
La diligencia vuelve a ponerse en camino sin su preciosa carga. Y hete aquí al tamborilero millonario... Ahora puede construirse un chalet, vivir de las rentas, casarse con la hija de un comendador. Y cuando necesite dinero, no tiene que ir al banco: le basta su tambor.
SEGUNDO FINAL
Andando y andando, el tamborilero ve a un cazador a punto de disparar a un tordo. Barabán, barabán... el cazador deja caer la carabina y empieza a bailar. El tordo escapa.
—¡Desgraciado! ¡Me las pagarás!
—Mientras tanto, baila. Y si quieres hacerme caso, no vuelvas a disparar a los pajaritos.
Andando y andando, ve a un campesino que golpea a su burro..
—¡Baila!
—¡Socorro!
—¡Baila! Solamente dejaré de tocar si me juras que nunca volverás a pegar a tu burro.
—¡Lo juro!
Andando y andando, el generoso soldadito echa mano de su tambor siempre que se trata de impedir un acto de prepotencia, una injusticia, un abuso. Y encuentra tantas arbitrariedades que nunca consigue llegar a casa. Pero de todas formas está contento y piensa: «Mi casa estará donde pueda hacer el bien con mi tambor». TERCER FINAL
Andando y andando... Mientras anda, el tamborilero piensa: extraño encantamiento y extraño tambor. Me gustaría mucho saber cómo funciona el encantamiento.
Mira los palillos, los vuelve por todos lados: parecen dos palitos de madera normales.
—¡A lo mejor el secreto está dentro, bajo la piel del tambor!
El soldadito hace un agujerito en la piel con el cuchillo.
—Echaré un vistazo —dice. Dentro no hay nada de nada.
—Paciencia, me conformaré con el tambor como es.
Y reemprende su camino, batiendo alegremente los palillos. Pero ahora ya no bailan al son del tambor las liebres, las ardillas ni los pájaros en las ramas. Las lechuzas no se despiertan.
Barabán, barabán...
El sonido parece el mismo, pero el hechizo ya no funciona.
¿Vais a creerlo? El tamborilero está más contento así.

jueves, 30 de agosto de 2012

Revisen este video para ampliar la teoría de las Wikis. Está sencillo...Comenten
Vean este otro.




domingo, 19 de agosto de 2012

TAREA Un cocodrilo bajo la cama


Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media -EFPEM─
LENGUAJE II, COMUNICACIÓN
CATEDRÁTICO: M.A. Eduardo A. González Gusmán
Segundo semestre, 2012
Comprobación de lectura I

Serie I: Instrucciones: Escriba los datos que se le solicitan acerca de la obra leída.

INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA
Título:
Autora:
Editorial:
Fecha de edición:
Número de páginas:

LA AUTORA
Datos biográficos
Mariasum Landa nació en Rentaría (Guipúzcoa) y vive en San Sebastián. Es
licenciada en Filosofía y Letras y profesora titular de la Escuela de Magisterio de
la Universidad del País Vasco. La autora, que en 1991 ganó el premio Euskadi de
Literatura Infantil y Juvenil otorgado por el gobierno vasco, obtuvo el premio
Nacional de Literatura Infantil de 2003 por la versión en euskera de Un
cocodrilo bajo la cama ( Krokodiloa ohe azpian).

Serie II: Instrucciones: Responda las siguientes preguntas con relación de la obra leída.

COMPRENSIÓN LECTORA.
1. ¿Qué es lo que hace J.J. todos los días antes de ir a trabajar?
2. ¿Dónde trabaja?
3. ¿Qué se encuentra J.J. una mañana bajo su cama?
4. ¿A quién recurre en busca de ayuda?
5. ¿Soluciona algo con esta ayuda? ¿Qué descubre?
6. ¿Acude al doctor? ¿Qué particularidad tiene este doctor? ¿Qué le receta?
7. ¿A qué debe su enfermedad?
8. ¿Soluciona el medicamento su situación?
9. ¿Cómo se soluciona el problema de J.J.?
10. ¿Crees que es más fácil estar acompañado en un pueblo o en una gran ciudad? Razona tu respuesta.

Serie III: Para contextualizar la historia leída, realice el siguiente organizador gráfico de acuerdo a lo que se pide en cada recuadro. Escriba breve en cada recuadro.




















En los recuadros:
Se parece a incluya situaciones sociales (culturales, folklóricas, económicas),  que  puedan ser similares a esta historia.
Me recordó describa una experiencia personal que hayan tenido, personas que conozcan o situaciones que hayan vivido.

NOTA:
Informática: publicar en su blog
Jornada Sabatina: Llevarla impresa en la próxima sesión.

COMUNICACIÓN DRAMÁTICA

El teatro comunica un mensaje al público. Es decir, durante la representación teatral se gesta una red de relaciones muy complejas entre el ...